Beach Beach se han pasado dos años nadando a crol. Rápidos y contundentes,
los mallorquines se escaparon de su isla natal y aprovecharon hasta la última
gota todas y cada una de las canciones de su primerizo Tasteless Peace (La
Castanya, 2012), un álbum sin respiros, un “sumérgete y a ver cuánto aguantas”.
Ahora vuelven con nueva receta entre las manos y con más personal en la cocina.
En The Sea Pau Riutort y Tomeu Mulet cuentan ya con la participación de Àngel
Garau a la bateria y Lluís Cabot a la guitarra.
¿Hay algo más brillante que una guitarra con chorus, una 12 cuerdas y una
acústica a la vez? Probablemente sólo tendrás la misma sensación si miras
directamente al sol sin tus preciadas gafas. Ritmo rápido, bajos saturados y bonitas
voces en segundo plano. Se han atrevido con todo: arreglos de percusión, solos
de guitarra, partes instrumentales, juegos de voces. Quizá les vengan a la cabeza
grupos del movimiento C-86, y eso lo corrobora la maravillosa “Just Like Before”.
Los punteos de guitarra cristalinos puede que recuerden también a The Smiths.
Pero no se olviden de The Feelies, ni del kiwi-pop neozelandés, ni de Postcard
Records, ni del power pop norteamericano como el de los primeros The Last.
The Sea te saluda y se despide, y te regala 12 cortes con aire a jingle radiofónico,
fresco como darse un baño en las rocas por la tarde o como beber gaseosa con
hielo y limón. Una sensación que, como ya pasaba en Tasteless Peace, contrasta
con una lírica menos estival, más metafórica, inspirada por Blai Bonet y su novela
El Mar (he aquí el título del álbum) o por Llorenç Villalonga. Las oportunidades
perdidas y el hacerse mayor en un mundo de cobardes no dejan más remedio que
salir corriendo hacia un lugar incierto, pero siempre hacia adelante.
Beach Beach prefieren hacer frente a la angustia tumbándose al sol, refrescándose
las muñecas y la nuca, como hacen las madres. No lo saben hacer de otra manera,
han vuelto a tirar el anzuelo y han sacado pescado suficiente como para que todos
disfrutemos de una deliciosa paella de marisco. Igual le faltará el marisco, però The
Sea es un disco redondo.