Yo Vivo Navegando

Más que un grupo, Yo Vivo Navegando es un concepto; como las tiendas de tatuajes o los outfits de festival. Tranquilos, alegres; canallitas desenfadados que tocan desde la capital del Turia lo que ellos llaman INDIE CHILL ROCK 420: acordes bossa nova de estructura minimalista inyectados de samples y punteados psicodélicos. Su último trabajo, El Camino Más Largo (2024), plasma la profunda evolución musical y temática del grupo desde los inicios de la pandemia hasta ahora. Un disco hecho en casa, con una actitud slow food que recuerda a las bandas de rock de los 60 y 70. Dinámicas cambiantes que van desde la tranquilidad paradisíaca hasta la extravagante energía oscura. Aquí no hay prisas, solo creatividad pura y sonidos experimentales que te piden escucharlo de principio a fin, como en los viejos tiempos. En directo son como una gigantesca roca en lo alto de la montaña a punto de caer. Desprenden una energía arrolladora que atrapa desde el primer momento en que suben al escenario. La improvisación, el desparpajo y la interacción con el público son parte de su esencia cotidiana y consigue matricularte al instante en esta secta de hippies melenudos. Desde sus comienzos en 2017, publicando su primer EP Canciones de Bolsillo y más tarde Joder, ¡Qué Bien!, hasta este nuevo lanzamiento, Yo Vivo Navegando ha estado surcando los escenarios de España con su estilo único. Han sido finalistas en festivales como el Sonorama Ribera y el En Órbita Festival, y se han hecho un hueco en la escena musical valenciana con directos y un micro abierto propio de lo más creativo. Pero, ¿qué es lo que realmente destaca de Yo Vivo Navegando? Sus canciones no solo tienen simpáticas y pegajosas melodías; son mundos profundos, historias complejas, vivencias universales. Desde la melancolía hasta la energía, cada tema es un momento vital hecho música. Cada persona que conocemos es un nuevo amigo. Así que no le des muchas vueltas y ponte cómodo porque Yo Vivo Navegando te invita a un viaje con asiento priority y sin límite del equipaje al valle del Indie Chill Rock 420. ¿Te lo vas a perder?